Durante los años 2007 y 2008 las entidades financieras aprovecharon la subida de los tipos de interés para ofrecer a los clientes la contratación de hipotecas multidivisas.
Las hipotecas multidivisas son préstamos hipotecarios, a interés variable, en los que la moneda en la que se referencia la entrega de capital y las cuotas periódicas es una divisa (yenes, francos suizos, dólares) y en los que el índice de referencia suele ser distinto del Euribor, en concreto suele ser el Libor. Estos instrumentos financieros pueden conllevar unos riesgos económicos que no suelen ser informados adecuadamente por parte de la entidad emisora de tales productos.
En España se estiman unos 60.000 afectados por este producto financiero. En su día se comercializaban como cualquier otra hipoteca, ofreciéndose a todo tipo de cliente sin la cualificación adecuada, y, cómo no, sin una correcta explicación de los riesgos que conlleva este préstamo hipotecario. Explicación que muchos de los agentes comerciales de las entidades financieras ni sabrían dar, por puro desconocimiento.
Cada vez son más los juzgados y tribunales de instancias superiores los que interpretan, y califican, a la hipoteca multidivisa como lo que realmente es: un producto financiero complejo. Por ello, y a pesar de tratarse de un préstamo, la hipoteca multidivisa está sujeta a la Ley de Mercado de Valores, por lo que las entidades están obligadas a cumplir con los deberes de información asociados a este tipo de productos.
El Tribunal Supremo ha consolidado ya su doctrina, estableciendo, en la Sentencia de 24 de marzo de 2.015, que la entidad emisora de la hipoteca multidivisa tiene que presentar un doble control de transparencia, teniendo por objeto que el cliente conozca o pueda conocer con sencillez tanto la carga económica que realmente supone para él el contrato celebrado como el sacrificio patrimonial que puede conllevarle.
El fin de la reclamación/demanda es el de recalcular la hipoteca en euros, y contabilizar en euros el capital ya pagado, con el importante reembolso de dinero que supone para el afectado.
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